Psiconeuroinmunologia

Iron Man de Barcelona: Cuando nuestros genes vuelven a sus orígenes.

octubre 10, 2018 Álvaro Otero

La supervivencia diaria de los humanos fue determinada por la adaptación a una amplia variedad de diferentes fuentes de alimentos, ejercicio diario abundante con frecuencia en condiciones de ayuno, así como un suministro de alimentos impredecible (ayuno intermitente), dependiendo del éxito diario de alimentación. En consecuencia, en el curso de la evolución, el estrés ambiental obligó a la especie humana a desarrollar un extraordinario metabolismo flexible con múltiples programas para garantizar el equilibrio energético. La lipólisis, la proteólisis, la gluconeogénesis, los cuerpos cetónicos y el lactato derivado del músculo como sustratos de energía alternativa para las neuronas cerebrales, proporcionan ejemplos mediante los cuales la selección natural adaptó a los humanos para amortiguar las fluctuaciones en el suministro de energía.

Cuando la genética y la epigenética  consiguen una buena comunicación, se dan resultados como los que ha conseguido Pedro Echevarría Sánchez este fin de semana en el Iron Man celebrado en Barcelona, donde consiguió terminar la prueba en 9.58 horas.

El objetivo estaba claro desde la Clínica Otero Campos, trasladar el cuerpo y capacidades de Pedro a un contexto evolutivo conocido. Esto le permitiría funcionar al máximo nivel durante la competición y poder recurrir a la oxidación de la glucosa y la oxidación de las grasas de manera más efectiva en respuesta a la necesidad de nutrientes y al estrés fisiológico que viviría durante la prueba. Por todo ello decidimos poner a disposición del deportista todas las herramientas que permitieron mejorar el suministro energético, optimizar el rendimiento, prevenir lesiones y mejorar la capacidad de recuperación.

Modificando ciertos hábitos de vida, evitamos la inflexibilidad metabólica que observamos en individuos sobrealimentados donde aumenta en gran medida el estrés oxidativo y la degeneración muscular incrementando, entre otros problemas, la probabilidad de lesiones.  

Agradezco a Pedro la confianza depositada en nosotros y lo felicito por su éxito y por el compromiso demostrado desde el primer día en que nos planteamos este reto deportivo. Sin geles, sin seguir un modelo de sobrealimentación y manteniendo su estado de salud, Pedro ha optimizado su rendimiento deportivo y conseguido sus objetivos. 

Un auténtico Iron Man.

¡¡¡¡Enorme Pedro!!!!